Todo apunta a que el coste de la electricidad y del gas condicionarán el invierno en los hogares. Una situación delicada que hace que la eficiencia energética cobre una importancia aún mayor. Apostar por viviendas energéticamente eficientes puede suponer un ahorro en los bolsillos. Y, además, para los inversores inmobiliarios también cobra especial importancia ya que puede ser un elemento diferencial.
La conjugación de diversos factores geopolíticos y económicos han llevado a situar el coste de la luz y el gas en máximos históricos. Así que, cuestiones económicas y políticas aparte, como consecuencia de este entorno de encarecimiento de la energía, la eficiencia energética está cogiendo impulso y ganando valor día a día.
Y no es para menos. La rehabilitación de viviendas o mejoras en cuestiones como el aislamiento pueden incrementar el ahorro energético. Por ejemplo, la compañía Rockwool realizó en Zaragoza una comparativa del gasto de luz y gas durante un año entre dos edificios idénticos, salvo por el hecho de que uno había sido rehabilitado y el otro no. ¿El resultado? El ahorro global del consumo energético fue de más del 55 % y se comprobó que realizar inversiones económicas en la mejora energética permitieron un ahorro medio anual de la calefacción en un 58 %.
A la vista de estos datos, hacer una inversión en eficiencia energética es un ahorro a largo plazo. Y, con la coyuntura actual en la que la capacidad de ahorro va a cobrar especial valor, realizar estas mejoras es algo primordial.
Una lectura que se puede hacer extensiva a aquellos que planeen invertir en vivienda o que tienen una vivienda como inversión: disponer de una vivienda energéticamente eficiente puede revalorizar considerablemente tu inversión.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética de una vivienda?
A la hora de hablar de mejoras de eficiencia energética para una vivienda existen muchas opciones. Algunas de ellas implican un volumen de inversión más elevado y un proceso de reformas algo más prolongado. Sin embargo, hay muchas otras que no tienen un coste muy alto y su instalación es más sencilla. Estas son algunas de las medidas que se pueden llevar a cabo en pro de la eficiencia energética de un hogar:
- Cambiar las luces halógenas por unas bombillas LED. La iluminación es un elemento básico de las viviendas. No solo porque su uso es algo primario en el día a día, sino porque también repercuten en el gasto de luz. En este sentido, hay un cambio que reduce el consumo de manera directa: sustituir las bombillas halógenas por bombillas LED permite disminuir automáticamente el consumo sin perder calidad en la iluminación.
- Instalar ventanas y puertas eficientes. Probablemente este punto sea el más nombrado cuando se hace referencia a medidas de ahorro energético. El buen aislamiento es imprescindible. Por ello, si se quiere impulsar la eficiencia energética, es bueno contar con ventanas y puertas de calidad que protejan a la vivienda de la climatología. Evitando fugas a través de puertas y ventanas, se mantiene mejor la temperatura tanto en invierno como en verano y, por lo tanto, se reduce el gasto en calefacción y aire acondicionado.
- Electrodomésticos eficientes. El frigorífico, la lavadora, el lavavajillas… los electrodomésticos forman parte de nuestro día a día, con el gasto que eso conlleva. Tener electrodomésticos etiquetados como eficientes también conllevará una reducción del gasto. Para poder identificar la eficiencia de cada electrodoméstico, tal y como explica la OCU, hay que revisar el etiquetado energético.
- Mejorar el aislante en los techos y suelos. El aislamiento no solo mejora gracias a las ventanas y las puertas. También se puede aislar con la reforma de los techos y los suelos. Estas reformas pueden consistir en la inclusión de cámaras de aire o de falsos techos. Una obra que, no obstante, requiere de un proyecto previo y la supervisión y coordinación de un profesional acreditado para este tipo de reformas.
- Realiza el mantenimiento adecuado a los sistemas de calefacción o refrigeración. Que cualquier aparato que haya en la vivienda funcione correctamente es primordial para favorecer el ahorro energético. Más aún, si se trata de los sistemas de calefacción o refrigeración. Por eso, es conveniente que todos ellos pasen los mantenimientos pertinentes.
Por qué los inversores inmobiliarios deben tener en cuenta la eficiencia energética
Llevar a cabo un proyecto de mejora de la eficiencia energética de una vivienda no solo conlleva beneficios para el que reside en ella, ya sea propietario o inquilino. Si tienes una vivienda como inversión o vas a comprar una con el objetivo de invertir, tener en cuenta la eficiencia energética tiene ventajas como:
- Revalorizar la inversión. Invertir en eficiencia energética aumenta el valor de tu inversión a corto, medio y largo plazo.
- Es un valor diferencial de cara a posibles inquilinos. Con la vista puesta en el ahorro energético, son muchos los inquilinos que tienen en cuenta el nivel de eficiencia que tienen los inmuebles.
- Te puede ayudar a conservar a un buen inquilino. Tener un buen inquilino vale su peso en oro. Una de las formas de favorecer que permanezca en la vivienda es ir haciendo mejoras y cuidando los detalles, por ejemplo, para mejorar la eficiencia energética.
- Las características de la vivienda también se reflejan en la cuota del alquiler. Si se trata de una vivienda alquilada, que tenga unas buenas prestaciones también tiene un coste que se refleja en la cuota que percibe el propietario del inmueble.
- Eficiencia energética suele ser sinónimo de vivienda actual. Que sea una vivienda actual no tiene por qué implicar que sea una vivienda nueva. Son dos conceptos que pueden ir de la mano pero, una vivienda actualizada también es aquella que se ha ido renovando poco a poco y se ve en buen estado. Y, haber realizado mejoras en pro de la eficiencia energética contribuye a mejorar esta imagen.
Así que, con vistas a lo que está por venir, la eficiencia energética también es cada vez más importante para los inversores inmobiliarios puesto que, gracias a ella, pueden impulsar su inversión y fidelizar a un buen inquilino.