La guerra en Ucrania ha generado una gran inquietud a nivel mundial. En primer lugar, por la preocupación y tristeza que supone el drama humano derivado del conflicto. A ello se suma el ámbito económico, que también se está viendo afectado por la guerra. Tanto el mercado inmobiliario como otros sectores productivos tienen la vista puesta en la evolución de la guerra y de las sanciones impuestas a Rusia para ver evaluar su impacto.
Poniendo el foco en el ámbito inmobiliario en España, para analizar las posibles consecuencias del conflicto bélico es pertinente poner la vista en el volumen de actividad de los ciudadanos rusos en nuestro país.
Concretamente, se estima que el 2 % de las viviendas compradas por ciudadanos extranjeros durante el pasado año en nuestro país fueron compradas por rusos. Una cifra que ya venía siguiendo una tendencia decreciente en los últimos años.
La guerra en Ucrania de momento no ha traído cambios drásticos al mercado inmobiliario
En este sentido, Rebeca Pérez, CEO y Founder de Inviertis, apunta que las inversiones rusas se venían dando “en parte gracias a la concesión de las Golden Visa que permitían a estos ciudadanos moverse con total libertad por la zona Schengen y obtener la nacionalidad en España”.
Todo ello se va a limitar, tal y como ha comunicado Bruselas. Una situación que, no obstante, en el mercado inmobiliario se reflejará en una “disminución, no tanto en una pérdida, ya que las motivaciones para invertir en el inmobiliario español no solo se centran en conseguir la nacionalidad, sino en cuestiones más económicas. Y en esos supuestos, los rusos podrían seguir invirtiendo, utilizando capital que tengan fuera de Rusia”, señala Pérez.
Pese a esto, la actividad en el mercado inmobiliario no ha cambiado de manera brusca con el comienzo de la guerra de Ucrania. En palabras de Mohamed El Madani, bussines developer de Inviertis, “no se ha notado ningún punto de inflexión o cambio apreciable en el apetito de los inversores debido a la guerra actual en Ucrania”.
Aún así, advierte que uno de los riesgos para el inmobiliario con la prolongación del conflicto a lo largo del tiempo es que termine afectando “al optimismo que venía mostrando el sector en los últimos meses”.
Por su parte, Rebeca Pérez, lamenta que esta situación hace “que los mercados sufran grandes variaciones”. Asimismo, considera que es posible que los grandes inversores internacionales se vean afectados, “no tanto por la incertidumbre, que siempre forma parte del juego inversor, sino por las sanciones económicas”.
En cuanto a los pequeños y medianos inversores, la guerra de Ucrania se ha reflejado en la necesidad por acelerar el cierre de las operaciones. “En Inviertis trabajamos con pequeños y medianos inversores y sí que estamos notando cierta prisa por cerrar las ventas ante lo que pueda venir”.
Por lo tanto, la previsión de la CEO de Inviertis a corto y medio plazo en cuanto al comportamiento de los inversores es que, aquellos que ya hubieran comenzado el proceso de adquirir una propiedad como inversión, “deseen adquirirla cuanto antes. Mientras que aquellos que empezaban a planteárselo postergarán su decisión hasta más adelante”. Sin embargo, “los mercados y el dinero no paran y es momento de moverlo. Por ello, una vez pasado el primer impacto, el mercado debería reactivarse”.
El inmobiliario, un “activo refugio” en escenarios económicos de incertidumbre
En una situación como la derivada de la guerra de Ucrania, marcada por la incertidumbre a nivel internacional, las inversiones tienden a centrarse en activos reales, como el inmobiliario. Unas operaciones que permiten a los inversores protegerse de los riesgos que sí existen con otro tipo de bienes, más sensibles a las adversidades.
Como señala Rebeca Pérez, “la incertidumbre política lleva a los inversores a tomar decisiones más seguras, entre ellas el inmobiliario”. En este caso, además, la búsqueda de mayor seguridad se combina con un incremento de la inflación, lo que hace que sea un momento “especialmente propicio para la inversión inmobiliaria”. Pese a esto, la CEO de Inviertis apuesta por la prudencia “con respecto a las sanciones económicas de la Unión Europea que, sin duda, afectarán a toda Europa”.
Los alquileres, el encarecimiento de las materias primas y los tipos de interés, entre los interrogantes que trae la guerra al mercado inmobiliario
Pese a su condición de valor seguro, hay algunos aspectos del mercado inmobiliario que también podrían verse afectados en función del transcurso de la guerra de Ucrania. Por ejemplo, en el alquiler esta situación podría reflejarse en una revisión de los precios.
Aún así, de momento, en Inviertis los movimientos que “hemos recibido por parte de los propietarios se localizan, sobre todo, en el ajuste de rentas de alquiler debido a la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC)”, señala Rebeca Pérez.
Otro punto sobre el que poner el foco está relacionado con una acentuación del encarecimiento de las materias primas, que también podría condicionar al sector. En este caso, fundamentalmente, afectaría a la construcción de nuevas viviendas, cuyo precio podría incrementarse.
Aparte de estas cuestiones, hay otro interrogante sobre la mesa: los tipos de interés. Si la previsión de comienzos de año era de que los tipos de interés comenzarían a repuntar, la guerra ha cambiado estos planes.
De momento, el Banco Central Europeo (BCE) ya ha anunciado va a mantener los tipos de interés, aunque prevé subirlos de forma gradual más adelante. Asimismo, el BCE también ha acelerado la retirada de la compra de deuda.
Sea como sea, los tipos de interés siguen en mínimos por lo que sigue siendo un momento propicio para la inversión en activos reales como los bienes inmuebles.