Llega la recta final del año y, con ella, el cierre del ejercicio fiscal para todos los ciudadanos. Por lo tanto, las operaciones que se hagan en lo que resta de mes, también influirán en la próxima declaración de la Renta 2021. Así que, si estás pensando en comprar un inmueble como inversión antes de que acabe el año, es conveniente que sepas las ventajas fiscales de invertir en vivienda.
Por lo general, cuando se habla de ventajas fiscales por la compra de una vivienda, se hace referencia a los beneficios que puede tener la compra de una vivienda para utilizar como residencia habitual. Algo que también puede cambiar en función de la comunidad autónoma en la que se realiza esta adquisición. Por ejemplo, tal y como señalan desde la Agencia Tributaria, en la Comunidad Valenciana, los menores de 35 años obtienen una deducción del 5 % por la adquisición de la primera vivienda habitual.
Pero, aparte de este tipo de bonificaciones, hay otras que merece la pena mencionar. Por ejemplo, existen ventajas fiscales de invertir en vivienda. Como ya hemos comentado en muchas ocasiones en este blog, la inversión inmobiliaria tiene numerosas ventajas a las que hay que sumar los beneficios a nivel fiscal.
En comparación con otras, las inversiones inmobiliarias son inversiones con menor riesgo, una dedicación más baja o una expectativa de rentabilidad media alta. Además, si se trata de un inmueble en rentabilidad, hay que añadir otras ventajas adicionales.Comprar un piso con inquilino como inversión, además, ofrece total garantía en cuanto a su alquilabilidad o da una mayor seguridad, por ejemplo.
Por qué no deberías tener todo tu capital parado en el banco
Una de las principales razones para dar el paso de invertir, sea el tipo de inversión que sea, está relacionada con lo que supone tener el dinero parado en el banco. Si bien es cierto que es recomendable disponer de cierta liquidez, tener todos los ahorros en el banco parados también tiene sus desventajas.
En este sentido, una de las cuestiones fundamentales a las que hay que atender es la inflación. En un contexto como el actual con la inflación al alza, no mover el dinero implica asumir la devaluación que va a sufrir como consecuencia de este incremento generalizado de precios.
Por otro lado, tener el dinero parado también supone permitir que no dé rentabilidad. Es decir, al reusar realizar una inversión y dejar el dinero quieto se decide dejar escapar la rentabilidad que se puede generar al invertir.
Y no solo es que se renuncie a la rentabilidad, sino que se asume un coste. Tener el dinero en el banco también es un servicio por el que hay que pagar. Por lo tanto, si no se genera rentabilidad, pero se pagan esos gastos de mantenimiento, se producirá una merma progresiva del capital ahorrado.
Las ventajas fiscales de invertir en vivienda
Por otro lado, es posible beneficiarse en la declaración de la Renta por la compra de un inmueble. Y es que, aparte de las desgravaciones pensadas para la compra de vivienda habitual, hay una serie de ventajas fiscales de invertir en vivienda.
Estas ventajas, fundamentalmente, están vinculadas a la puesta en alquiler de ese inmueble. Una situación que hace que los pisos con inquilino se conviertan en una opción de inversión aún más atractiva. Esto se debe a que se evita el proceso de puesta en alquiler y búsqueda de un buen inquilino y, por lo tanto, la rentabilidad se produce antes.
Una cuestión que es importante tener en cuenta es que las bonificaciones pueden tener particularidades en función de la comunidad autónoma en la que se ubique el inmueble.
Pese a esto, por lo general, al declarar en la Renta los ingresos que se han obtenido con el alquiler —siempre y cuando sea un arrendamiento en régimen de residencia habitual— se puede aplicar una reducción que, en determinados casos, puede llegar a alcanzar el 100 % del rendimiento neto.
Algunos de los gastos que se pueden deducir son:
- Los intereses producidos por el crédito hipotecario con el que se abona la compra del inmueble.
- Los impuestos o tasas que recaigan sobre los rendimientos de la vivienda. Por ejemplo, los gastos de comunidad o el IBI.
- Los gastos generados por la formalización del alquiler.
- El coste derivado del mantenimiento y conservación del inmueble.
- Los seguros contratados para la vivienda.
- El coste de los suministros o servicios como el agua, el teléfono o la luz.
- La amortización del propio inmueble y los bienes que albergue.
Otras ventajas de comprar una vivienda como inversión
Aparte de todas estas ventajas fiscales de invertir en vivienda, la inversión inmobiliaria tiene otros beneficios. Por ejemplo, en este post te contamos cuatro de estas ventajas:
- Creas o aumentas tu patrimonio. Adquirir una vivienda es una forma de generar un patrimonio que mantiene su valor a lo largo del tiempo.
- La vivienda es un bien que sufre menos las fluctuaciones que se producen en épocas de crisis. En una época de crisis como la actual, hay tipos de inversión que acusan mucho las dificultades económicas. Por ejemplo, la bolsa está expuesta a caídas más agresivas que tienen su reflejo en la pérdida de valor de la inversión. Algo que no sucede con los bienes inmuebles. Si bien pueden sufrir ciertas caídas en el precio, siempre son mucho más ligeras que en el caso de otras inversiones.
- Los tipos de interés que hay ahora son propicios para la hipoteca. En muchos casos, solicitar una hipoteca es necesario para poder hacer la inversión. Además, también es una buena opción para aumentar la rentabilidad. Y el momento actual es especialmente bueno para hacer una inversión inmobiliaria con hipoteca ya que los tipos de interés están muy bajos.
El contexto inflacionario actual es adecuado para invertir en vivienda. En este artículo te explicamos con detalle por qué merece la pena hacer una inversión inmobiliaria cuando hay inflación. Básicamente, los bienes inmuebles son un activo refugio que suponen una garantía para los ahorros en momentos de inflación.